Bondad
La bondad suprema es Dios.
La bondad es el estado o la cualidad de ser bueno en todo el sentido de la palabra, especialmente la amabilidad, la benevolencia, la moralidad, la virtud. Es un acto o expresión que muestra bondad. Es un acto de compasión o misericordia. Si haces el bien a la humanidad, casi te acercas a la divinidad. Sé bueno y haz el bien: toda la ética y la conducta correcta están contenidas en esto.
Un hombre bueno siempre vive con Dios. Vive en Dios. Tiene una divinidad en su interior.
Un hombre bueno que realiza buenas acciones alcanza la fama y la longevidad. Una buena acción nunca se pierde. Purifica el corazón y conduce al descendimiento de la luz divina y al amanecer de la gracia divina. Quien siembra cortesía, cosecha amistad. Quien siembra bondad, cosecha amor.
La bondad es amor en acción. Es noble ser bueno.La bondad es la mayor virtud. Cada buena acción es una semilla para la inmortalidad o la vida eterna.
Promueve el bienestar de todo el mundo. Haz todo el bien que puedas de todas las maneras que puedas, a todas las personas que puedas, en todos los lugares que puedas, en todos los momentos que puedas, con todo el celo, la fuerza, el amor el corazón y el interés que puedas, mientras puedas.
Las naciones y los pueblos no obedecen las leyes del bien. Por esto, el mundo actual está plagado de males de diversa índole. Cultiva los buenos hábitos. La bondad es un hábito. La bondad por naturaleza es una inclinación. Sin bondad el hombre es un bruto o una alimaña. Es un ser malvado, miserable y despreciable en esta tierra. Es una carga en la tierra.
Cómo llegar a ser bueno
Devuelve el bien por el mal. Es el signo de un hombre verdadero. El amor engendra amor, el odio engendra odio. Hacer el bien y traer felicidad a los demás te trae bondad y felicidad. El bien es la conquista del mal. No es la ausencia del mal.
Pequeña abnegación, servicio honesto, pequeñas palabras de ánimo, aliento, simpatía y bondad, pequeños actos de bondad, pequeñas acciones virtuosas, pequeñas victorias silenciosas sobre las tentaciones, todo ello allanará un largo camino hacia la consecución de la dicha eterna, la alegría perenne, la paz eterna y la inmortalidad.
La ley de causa y efecto es inexorable e implacable. Recoges una cosecha de sufrimiento, pobreza, dolor y pena, porque ha sembrado las semillas del mal en el pasado. Recoges una cosecha de abundancia y dicha, debido a que ha sembrado las semillas del bien. Intenta comprender esta ley. Entonces empezarás a sembrar sólo semillas del bien.
Entretén pensamientos buenos, sublimes, divinos. Cierra tu mente a los malos pensamientos, del mismo modo que cierras tus puertas ante la aproximación de enemigos, ladrones y salteadores. Realiza siempre buenas acciones. Ahora el mal no puede entrar en tu mente.
Incluso un poco de buenos pensamientos y un poco de hacer el bien son altamente benévolos. Te conducirán a la dicha eterna. Entonces, ¿por qué no intentas pensar bien y hacer el bien? Hacer el bien es humano. Ser bueno es divino.
Tomado de http://www.yogamag.net/archives/2020s/2020/dapr20/goodness.html