Experimentar la unidad y la armonía
Si queremos vivir un buen momento hoy, tenemos que olvidar los malos momentos de ayer. La pregunta es, ¿podemos aplicar completamente este principio en nuestras vidas? La memoria ha sido definida como un vritti, un patrón de la mente. Nuestras interacciones se basan en recuerdos de lo que sucedió ayer, hace una semana, un mes o un año atrás y muchas veces de lo que sucedió hace una vida. La memoria es lo más difícil de erradicar para experimentar la libertad. En definitiva, la memoria es una carga que nos ata a una forma particular de pensar y comportarnos, a nuestra naturaleza y personalidad. Todas nuestras acciones están relacionadas con recuerdos personales. La memoria es la más elevada forma de karma.
El manejo de la memoria
El yoga sostiene que incluso la memoria, smriti, se debe entender y manejar desde la perspectiva correcta, no solo como impresiones dentro de la mente, como imágenes, o como mera comprensión del pasado, sino como un camino hacia la sabiduría. De cada experiencia debemos extraer sabiduría, aplicarla y dejar atrás el recuerdo. Esto se le llama limpieza de la memoria.
El manejo de la memoria es un paso importante en el manejo de nuestra naturaleza, personalidad e identidad del ego. Somos lo que somos hoy, deseamos lo que deseamos hoy, de acuerdo con los recuerdos que nos han dado algo de felicidad y alegría. Lo que no queremos hoy concuerda con los recuerdos que no nos han dado felicidad, alegría, comodidad, seguridad y apoyo. Hay que reconocer las áreas que nos han impedido crecer en el pasado, y enfrentar estos recuerdos. Me gusta o me disgusta una persona porque tengo buenos o malos recuerdos asociados con ella. Me gusta o me disgusta un lugar porque tengo buenos o malos recuerdos asociados con él. ¿Podemos abandonar nuestros recuerdos? ¿Podemos derivar sabiduría de los recuerdos y abandonar el contenido negativo? Si por ejemplo tienen una caída, deberían hacer conciencia de que no se deben caer una próxima vez. Esto es sabiduría. Si se caen y deciden: «Nunca volveré a ir allí porque siempre me caigo», esto no es sabiduría. Este vritti, esta modificación de la mente es la más difícil de manejar porque nos aferramos a nuestro pasado en lugar de liberarlo y experimentar hoy libertad. Experimentar esta libertad es exactamente lo que nos permite hacer el yoga.
La regla simple es que, si quieren disfrutar el presente, deben olvidarse del pasado. Si quieren disfrutar de una mente libre hoy, olviden las dificultades que enfrentaron ayer. Aplicar este principio en la vida es el objetivo y karma de los yoguis. Con solo hacer esto podrán comprender el alcance del yoga. Esto transforma la mente y la naturaleza, y los lleva de un estado de existencia egocéntrico a uno altruista.
La diferencia entre ser egocéntrico y altruista es que en el primero ustedes son el centro de la existencia y en el segundo, otras personas se convierten en el centro de su atención. En el primero, soy yo, lo mío, la identidad del ego, la identidad individual. En el otro, el centro de atención es la otra persona. Esto no sucede de inmediato, toma tiempo, pero pueden esforzarse para lograrlo. Ustedes se convierten en el centro de su atención cuando tienen la necesidad de tomar conciencia de sus exigencias y deseos personales, pero esta conciencia se debe basar en la acción, el pensamiento y la comprensión correctos. Estos son los principios del dharma humano.
Swami Niranjanananda Saraswati
Rocklyn, Australia, febrero de 1999
http://www.yogamag.net/archives/2000/esep00/exphar.shtml