Crear equilibrio en la sociedad
El dinero tiene tres destinos: daan, ofrenda; bhoga, disfrute; y nasha, destrucción. Todos los bienes tienen solo estos tres destinos. Pueden disfrutarlos o pueden ofrecerlos, de lo contrario se perderán o destruirán. Cualquier cosa, mueble o inmueble, oro o plata, comida o dulces, ropa o animales, autos o cualquier otra cosa. Deben pensar cuánto necesitan para su propio disfrute. Coleccionar y guardar cosas no es disfrutar, almacenar cosas tampoco es disfrutar. Disfrutar es utilizar las cosas para uno mismo. Tienen muchas cosas que no necesitan y deben ofrecerlas a los necesitados. Si ofrecen un trabajo o servicio a los necesitados, o si hacen un esfuerzo para el sustento de una persona necesitada, estarán haciendo un servicio generoso a esa familia.
La sociedad que solo conoce la cultura de recibir y no de dar promueve la explotación social. Para lograr un equilibrio en la sociedad debemos enseñar a los niños a seguir la cultura de dar y recibir. Si no recibimos de los demás, ¿cómo vamos a dar? Si no se logra el equilibrio social, no se podrá cerrar la brecha entre la riqueza y la pobreza. Por ello, en el yajna se establece la entrega de prasad.
La población en general es la base de una nación. Los niños de las aldeas y sus padres son los portadores de la carga de nuestra sociedad. Las masas proporcionan la base, la tierra firme, la dirección y el destino para que una nación avance. Este sector de la sociedad debe ser atendido adecuadamente, de lo contrario habrá violaciones, saqueos y extremismo. Si no se cuida a la mayor parte del país, no se puede dar seguridad a la sociedad. Entre el sesenta y el setenta por ciento de la población mundial está desatendida.
Este es un mensaje para todos y cada uno. Si horneas cuatro panes, uno de ellos es para la sociedad. Tienes que compartir tu alegría, tu botín, tu dinero. Tienes que compartir tu felicidad con todos. Todo el mundo debería reflexionar sobre la situación de esa parte de la sociedad que ha estado necesitada durante tanto tiempo. Si no das a los demás, ¿cómo vas a recibir algo a cambio?
Para un ser humano, el compromiso más difícil es abandonar, renunciar, dejar ir. Todo el mundo sabe cómo cobrar, cómo sumar. Renunciar significa hacer un sacrificio. El sacrificio se hace por el bien de los demás, igual que una madre se sacrifica y se abstiene de muchas comodidades para el bienestar de su hijo. Debe llegar un momento en que la gente cultive el hábito de dar. Hay que dar a todo el mundo, incluso a los ricos, y no sólo a los pobres e indigentes. Dios no discrimina entre ricos y pobres. Él da a todos. Den al más pobre de los pobres y también al más rico de los ricos. Este es el camino de Dios y debemos aprenderlo.
Satsang tomado de Rikhiapeeth.in, publicado el 15/12/2013