Vengo a recordarles . . .
El concepto de yoga es muy simple, se basa en principios científicos, y mediante su práctica se crea un gran cambio en la estructura física y mental de cada persona. Fue diseñado por nuestros antepasados de tal manera que, incluso el hombre moderno, puede encontrar al menos quince minutos de su ajetreada vida para dedicarle al yoga. En nuestra sociedad moderna tenemos que movernos muy rápido y nuestro cuerpo tiene que hacer frente a todas las agitadas actividades de la vida. Las exigencias son grandes, y las tensiones aumentan día a día; tensiones en la familia, tensiones a nivel político o a nivel nacional, y no somos capaces de mantener un equilibrio adecuado. Cuando la mente nos crea tensión, cuando estamos preocupados por nuestro negocio o por nuestra familia, ¿es posible evitar que la mente piense en eso? No. Aunque uno sepa que lo que está pensando está mal, no puede controlar la mente. Uno sabe muy bien que está pensando innecesariamente; sabe muy bien que este tipo de cavilaciones no le van a ayudar. Uno quiere que la mente se detenga, pero no lo hace. ¿Qué significa esto? Significa que la mente está fuera de control; significa que las riendas de la mente están fuera de nuestro control. Si esa es la situación en la vida, que la propia mente no está bajo nuestro control, podemos imaginar lo que va a ocurrir.
Imagínen que están conduciendo un automóvil a gran velocidad; se acerca un gran camión y quieren reducir la velocidad. Pisan el freno, pero no funciona; cambian de marcha, pero no funciona; nada funciona, y el coche va a 100 kilómetros por hora. Ustedes no quieren, pero, aun así, se están moviendo. ¿Saben lo que va a suceder? Un accidente. Y eso es lo que nos pasa a todos. Una enfermedad en el cuerpo es un accidente; el cáncer es un accidente; una úlcera es un accidente; un ataque al corazón es un accidente, todo causado por la velocidad de la mente que no son capaces de controlar. Por lo tanto, el yoga para todos nosotros es una ciencia de la mente completa. Nos enseña lo que tenemos que practicar, lo que tenemos que hacer para obtener un dominio total de la mente y de sus misteriosas funciones. Es por esto por lo que para el hombre moderno hemos organizado todo el conocimiento básico del yoga en cuatro partes: hatha yoga, la práctica de asanas y pranayama; concentración, tratando de enfocar la mente en un punto; meditación en la que tratamos de fusionar nuestra conciencia con la superior, y por último, la relajación de todo el cuerpo, la mente, el sistema nervioso y las emociones que se realiza con el yoga nidra. El yoga en este país ha echado ahora fuertes raíces, pero por favor recuerden que no somos una institución de cerebros locos. Creemos en la ciencia y en la disciplina. Creemos en un proceso de educación de la mente y el cuerpo. También creemos en la formación de las emociones. Ese es nuestro sistema de educación. Será mejor si el sistema del yoga encuentra el reconocimiento no sólo de la gente, sino también del gobierno. Si el yoga puede ayudar a los chicos a salir de sus crisis, si el yoga puede ayudar a los elementos antisociales a alcanzar el equilibrio mental, si el yoga puede ayudar a los miembros de la familia a mantener un enfoque digno de la vida, entonces creo que el yoga está haciendo un servicio social a su país. Si es así, no sólo la gente sino también el gobierno deberían reconocerlo.
No somos un movimiento de almas disipadas. Somos muy claros en nuestro enfoque, y el enfoque es muy claro. El hombre es infeliz y tiene que encontrar su felicidad por sí mismo; el hombre está enfermo y tiene que curarse a sí mismo; el hombre anda a tientas en la ignorancia y tiene que salir de ella. Este es un atisbo de la visión del yoga. El yoga era la cultura de su continente, pero lo han olvidado. No he venido a predicar el yoga; he venido a recordarles su cultura.
22 de noviembre de 1978, Bogotá, Colombia y publicado en la Revista Yoga en marzo 2023