Autoindagación
Para establecerse en la sadhana, el aspirante debe desarrollar viveka, discernimiento. Este se adquiere a través de atma vichara, la indagación acerca de la naturaleza del ser. Este es el medio a través del cual se llega a la forma más elevada de sadhana. Por la gracia de Dios, viveka surge en quien ha realizado acciones virtuosas en nacimientos anteriores como ofrendas al Señor, sin ninguna expectativa de frutos y sin egoísmo. Viveka es el discernimiento entre lo real y lo irreal, lo permanente y lo no permanente, lo sensible y lo insensible. Vichara es preguntarse «¿Quién soy yo?, ¿Cuál es mi verdadero swaroopa, o naturaleza esencial?, ¿Qué es el atman?». Pidan esa instrucción, que lo no escuchado se convierta en escuchado, lo no percibido se convierta en percibido y lo desconocido se convierta en conocido. Solamente entonces se obtendrá el verdadero conocimiento de la sadhana.
¿Para qué leer muchos libros? El gran libro está dentro del propio corazón. Abran las páginas de este volumen inagotable, fuente de todo conocimiento. Cierren los ojos. Retiren los sentidos. Calmen la mente. Silencien los pensamientos. Hagan que la mente no tenga ondas. Fúndanse profundamente en el atman, el alma suprema. La verdad más elevada les será revelada. Percibirán directamente el conocimiento intuitivo, la sabiduría divina. Se desvanecerán las dudas, desaparecerá todo el tormento mental y terminarán todas las discusiones y debates acalorados. Solo quedarán la paz y la sabiduría.
El mundo es un malabarismo mental, una mera apariencia y un largo sueño. Ustedes son atman, espíritu. Continúen la sadhana para establecerse en esta única idea. Esta verdad debe entrar en los huesos, los nervios, las células y las cámaras interiores del corazón. Estudien diariamente los versos del Ishavasya Upanishad. Contemplen su significado durante la meditación. Hagan introspección, analicen, examinen, purifiquen y realicen su Ser. Porque el Yo superior es el Señor supremo del pequeño yo. Es el único refugio, fuente y apoyo.
Comprendan la ley eterna. Conduzcan la mente de vuelta a su hogar original desconectando los cinco sentidos mediante el desarrollo de shama, la tranquilidad, y dama, el control de los sentidos, pratyahara, el retiro de la mente de los sentidos, dharana, la concentración, y dhyana, la meditación. Los sentidos son superposiciones ilusorias debidas a la ignorancia; son los cinco malabaristas de la maya. Quien da luz y poder es el Ser superior o la conciencia pura, el propio Ser. Conocer el Ser superior es el único deber del sadhaka, el propósito de nacer en un cuerpo humano. En realidad uno es la esencia que todo lo impregna, la luz de las luces.
La repetición de Om, pranava japa, con contemplación y reverencia, es un método de autoindagación. El otro es el método sakshi o de observación. El aspirante se separa de los objetos exteriores y de los diversos vrittis interiores, y se convierte en el sakshi, el testigo de las vrittis. Este tipo de sadhana también se puede practicar durante el trabajo. Repitan constantemente Om sakshi, Om sakshi. No tengan ningún apego particular al cuerpo. Identifíquense con Brahman, la realidad que todo lo impregna. No vean nada más que a Dios en todas partes, por dentro y por fuera, por encima y por debajo, y por todas partes. Cambien el ángulo de visión y la actitud mental. Abandonen la identificación con el cuerpo y con la mente. Este mundo, el cuerpo y la mente son irreales. En realidad, uno es el verdadero Ser supremo. Si la mente descansa en el atman, sin duda uno es sukhi, shanta y mukta, feliz, pacífico y libre. Uno tendrá el cielo en la tierra.
En la quietud, sientan el atman, en la actividad manifiesten la gloria y la paz espirituales. Permanezcan imperturbable en medio de los problemas y las tribulaciones. La vida y la sadhana se deben convertir en una sola cosa. Desprendan una capa tras otra y descubran el atman eterno e inmortal en su interior. «Yo soy ese atman que todo lo impregna, que es uno, sin partes, indivisible, el Ser de todos los seres»; traten de establecerse en esta actitud. Solo entonces se desvanecerá la inquietud de la mente y llegará la dicha eterna. Esta es la esencia para llevar al aspirante a las alturas de la sadhana.
Tomado del libro “Sadhana The Path of Transformation”
From the teachings of Swami Sivananda Saraswati and Swami Satyananda Saraswati. Página 19