Directrices para la vida espiritual
La vida espiritual
La sal de la vida es el servicio desinteresado, el pan de la vida es el amor universal, el agua de la vida es la pureza. Por tanto, sirve, ama y sé puro. La fragancia de la vida es la generosidad, la dulzura de la vida es la devoción, el eje de la vida es la meditación. La meta de la vida es la autorrealización. Por tanto, sé generoso, sé bueno y haz el bien, medita y realiza el Ser.