Dos aspectos de la vida
Desde tiempos inmemoriales ha existido un conflicto entre la cultura material, que da importancia al modo de vida sensual, y la cultura espiritual, que va más allá de los sentidos. Ambas afirman tener una filosofía y una importancia propias. La cultura material ofrece las comodidades, los placeres y los lujos de la vida, mientras que la cultura espiritual promete la paz eterna y la iluminación. En el mundo actual, tenemos ante nosotros ambos caminos, y nos resulta difícil elegir entre los dos.
No podemos liberarnos de la cultura material como los pájaros y los animales, ni podemos escapar de ella diciendo que no queremos progresar en una dirección material. Debemos progresar, pero la dirección del progreso depende de nosotros. Todos somos buscadores, en busca de un camino. Algunos buscan con los ojos cerrados, mientras que otros buscan con los ojos abiertos. Pero la búsqueda está en marcha, y todos persiguen un nivel superior de vida, sin saber exactamente qué es lo que persiguen. Oímos ambos llamados, uno de la cultura espiritual que promete dicha e iluminación, y otro del modo de vida material que nos seduce con placeres sensuales y lujos. Algunos siguen el camino del materialismo, preya, mientras que otros eligen el camino de la espiritualidad, shreya.
Materialismo
Hace unos treinta años, me encontraba en el mismo dilema. Me preguntaba por qué debía seguir el camino material o el espiritual de la vida. Me di cuenta de que la vida tiene muchas facetas: la material, annamaya kosha; la energética, pranamaya kosha; la mental, manomaya kosha; la astral, vijnanamaya kosha; y la espiritual, anandamaya kosha.
Un ser humano debe saber y comprender qué es la vida. Estudié los más modernos escritos. Cuando leí a Karl Marx, me estremecí de verdad. Desde entonces, ha seguido siendo un telón de fondo cultural para mí y nunca podré negar el materialismo. No sólo tenemos que utilizar y reconocer las comodidades que nos proporciona la cultura material en la vida cotidiana, sino que incluso en el proceso de razonamiento y pensamiento; no podemos ignorar esto. Aunque podamos alcanzar un estado que trascienda la cultura material, seguimos teniendo que aceptar el materialismo dialéctico en nuestro proceso de pensamiento. Este concepto me ha influido hasta tal punto que aún hoy lo considero un punto de inflexión en mi vida. También estudié otras escuelas de pensamiento político, filosófico y científico.
El puente
Entonces, un día, alguien me sugirió que si quería tener una visión panorámica de la vida, debía elegir el camino que se encuentra en el punto medio entre la cultura material y la espiritual. Pregunté: «¿Qué es el camino intermedio?» y la persona respondió: «Es el camino del yoga práctico que mantiene el equilibrio entre estos dos modos de vida».
El yoga es como un puente que une las dos orillas de un río. El propósito de la vida no es ni espiritualidad pura ni materialismo puro. El cuerpo humano no sólo está formado por huesos y músculos, sino también por conciencia.
¿Qué es lo que nos hace soñar? ¿Qué es lo que da conocimiento al inconsciente? ¿Es un estado del cerebro? ¿Es una manifestación de la conciencia? ¿De dónde surgen eternamente los pensamientos? ¿Cuáles son los procesos de comprensión y expresión de las manifestaciones de la mente? ¿Es algo físico, espiritual, psicológico o parapsicológico?
Nos damos cuenta de que no podemos ser sólo materiales o espirituales. Tenemos que aceptar ambos modos. Tenemos que despertar y fortalecer ambos lados de la vida, por igual y simultáneamente. Este proceso de despertar se llama yoga.
Cuando un gran santo me condujo por este camino, me di cuenta de que existen ciertas técnicas en el yoga que desarrollan simultáneamente los aspectos material y espiritual de la vida. De todas las culturas de la historia, sólo la yóguica ha aceptado la importancia del cuerpo espiritual. El yoga ha concedido al cuerpo el lugar que le corresponde, y no ha mostrado desprecio porque sea perecedero. Un yogui, mientras aspira a la autorrealización, no dudará en realizar incluso actos menores de la vida, porque sabe que este cuerpo humano es el templo de su meditación y, por tanto, hay que mantenerlo.
Puede que los habitantes de la cultura occidental o de la India moderna no tengan enfermedades infecciosas como el cólera o la viruela, pero padecen otras enfermedades más graves como el cáncer, la diabetes y la hipertensión. Buscan placeres aunque estén enfermos, porque no logran alcanzar la plenitud en la vida. Sin embargo, hallarán satisfacción y dicha incluso con las formas simples y elementales del yoga.
Intuición
En la actualidad, la humanidad se encuentra en un estado de confusión. Tanto los orientales como los occidentales intentan decidir qué es más importante: el individuo o la sociedad, el beneficio personal o el bienestar de todos, el materialismo o la espiritualidad. El yoga presenta una línea de pensamiento más amplia, mediante la cual la humanidad puede alcanzar un estatus superior tanto en la esfera individual como en la social. A menos que se aprenda a aceptar la vida en su totalidad, ni el individuo ni la sociedad podrán sentirse satisfechos.
Sin embargo, la vida sigue un plan cósmico y funciona mediante la intuición. Existe una fuerza superior en todas las formas de vida, así como en el universo, con la que podemos sintonizarnos a través de la sadhana yóguica. Todos los inventos en el campo de la ciencia y todas las creaciones en el campo del arte han llegado a través de la intuición. Ésta es tan esencial para un soldado, un trabajador social o un artista como para el sannyasin.
La vida no funciona sólo con recursos físicos. También necesita el pensamiento intuitivo. La intuición se alcanza en un determinado estado mental, y una vez que se despierta, la persona adquiere una fuerza inmensa. Uno puede tener conocimientos e intelecto y aun así no utilizar todas sus capacidades. Lo que cuenta no es sólo el poder físico, mental o intelectual.
La sadhana del yoga es el verdadero camino para obtener ese poder supremo. Con razón, los santos han hecho hincapié en ello a lo largo de los tiempos. Deberás seguirlo con toda tu fuerza y acción. El yoga no sólo ayuda en el camino espiritual. Tanto si uno quiere vivir una vida de lujo y placer sensual como una vida de rectitud y salvación, el yoga te ayudará. La idea básica del yoga es despertar la conciencia interior.
Marzo de 1976, Sanpaul, India. Impreso en Yoga Vidya, septiembre de 1976