Fortalecer la mente
La mente es un conjunto de hábitos. Los malos hábitos y los prejuicios ocultos en nuestra naturaleza necesariamente saldrán a la superficie de la mente cuando llegue la oportunidad adecuada. Si cambias los hábitos, también puedes cambiar tu carácter. Siembra una acción y cosecharás un hábito. Siembra un hábito y cosecharás un carácter. Siembra un carácter y cosecharás un destino. Los hábitos se originan en la mente consciente, pero cuando se establecen mediante la repetición constante, se hunden en las profundidades de la mente inconsciente y se convierten en una segunda naturaleza.
Aunque el hábito es una segunda naturaleza, este se puede cambiar por un hábito nuevo, saludable y agradable de naturaleza más fuerte. Puedes cambiar cualquier hábito con un esfuerzo paciente y perseverante. Hábitos como dormir durante el día, levantarse tarde, hablar en voz alta, etc. se pueden cambiar gradualmente desarrollando nuevos hábitos.
Con un nuevo modo de pensar, puedes cambiar tu destino. Cuando sacas agua con una cuerda y un balde de un pozo que tiene un parapeto de ladrillo, se forma una ranura definida a lo largo del ladrillo y la cuerda corre fácilmente a lo largo de la ranura. De la misma manera, la fuerza mental (la mente) corre o fluye fácilmente a lo largo de los surcos del cerebro hechos por el pensamiento continuo en ciertas líneas. Mediante la sadhana espiritual, se forma una mente completamente nueva con nuevos sentimientos, nuevos canales nerviosos, nuevas avenidas y surcos en el cerebro para que la mente se mueva y camine.
No seas esclavo de una sola idea. Siempre que tengas ideas nuevas y saludables, debes abandonar las viejas. La gran mayoría de la gente es esclava de antiguas y enraizadas ideas y hábitos. No tienen la fuerza para cambiar los viejos hábitos y las viejas ideas en la mente. Cuando escuchas noticias nuevas y sorprendentes, te asustas. Cuando ves algo nuevo, te sorprende. Es natural. Lo mismo ocurre con las nuevas ideas. La mente corre por surcos, por sus viejos y estrechos surcos. Se apega directa o indirectamente a ideas agradables o favoritas. Se adhiere innecesariamente a una idea como un pegante y nunca la abandona. Es una gran prueba para la mente asumir una nueva idea. Siempre que deseas introducir una idea nueva y saludable en la mente y descartar una idea obsoleta, la mente lucha contra ella y se rebela. Coloca la idea cerca de los surcos. La tomará lentamente. Puede que se rebele furiosamente al principio, pero más tarde, persuadiéndola y entrenándola, la absorberá y asimilará.
En la mente, siempre habrá una lucha interna entre el swabhava (la naturaleza) y la voluntad, entre viejos hábitos mundanos y nuevos hábitos espirituales. En el caso de los aspirantes, esta lucha será entre viejos samskaras y nuevos samskaras espirituales, entre buenos y malos deseos, entre el discernimiento y la mente instintiva y los sentidos. Siempre que intentes cambiar un mal hábito y establecer uno nuevo, se producirá una lucha interna entre la voluntad y el swabhava.
Si intentas alejar la ira y la pasión, estas dirán: “Nos diste permiso para permanecer en este cuerpo durante mucho tiempo. ¿Por qué quieres echarnos ahora? Te hemos ayudado mucho. Tenemos todo el derecho a permanecer aquí. Resistiremos todos tus esfuerzos por expulsarnos. Interrumpiremos tu meditación y lo repetiremos una y otra vez». El swabhava hará todo lo posible para volver a su antiguo hábito. Nunca cedas. La voluntad está destinada a triunfar al final. Incluso si fallas algunas veces, no importa. Aplica nuevamente la voluntad. Eventualmente, la voluntad, pura, fuerte e irresistible, está destinada a triunfar. No hay duda de esto.
De las enseñanzas de Swami Sivananda Saraswati
http://www.yogamag.net/archives/2000s/2008/emay08/streg.html