La meditación
Si la mente no se mantiene limpia mediante la práctica continua de la meditación, se vuelve desequilibrada e impura. La meditación elimina la basura de la mente, pone fin a todo dolor y sufrimiento, y destruye las causas de la tristeza. Con una meditación gradual y silenciosa aprendan a ejercer un gran control sobre las corrientes nerviosas y músculos y a calmar las emociones, los sentimientos, los instintos y los impulsos efervescentes. A través de la práctica gradual y sistemática se puede dar una nueva orientación a los sentimientos. La mente mundana se puede transmutar completamente hacia una mente divina, serena y equilibrada.
De esta manera, la meditación permite al practicante acceder a ámbitos de paz permanente. Purificarse, concentrarse, meditar y realizar la propia esencia divina es el deber más importante de todos los seres humanos. Durante la meditación la mente está calmada y quieta. Se disfruta la perfecta armonía, la felicidad imperturbable y la paz duradera. Se logra el yoga de la ecuanimidad, samatvam.
Cuando la meditación se vuelve profunda, se experimenta la perfecta consciencia y el silencio interior del alma. La paz suprema no se puede alcanzar sin haber eliminado las impurezas de la mente mediante el japa, el servicio, el dar, el pranayama, etc., y luego seguir el camino de la introspección, la contemplación y la meditación. Sin la ayuda de la meditación, los velos que cubren el alma, Atman, no se pueden eliminar.
Aradhana Yoga of the heart 18 Nov/Dic 2013