Sólo logros
Cada palabra, afirmación y estrofa del Bhagavad Gita es importante, pero tiene un núcleo, una semilla, una filosofía básica. Así dice (2:47):
Karmanyevaadhikaaraste maa phaleshu kadaachana;
Maa karmaphalaheturbhoormaa te sango’stvakarmani.
Tu derecho es sólo el trabajo, pero nunca sus frutos;
que los frutos de las acciones no sean tu motivo
ni te apegues a la inacción.
El ámbito propio es el cumplimiento y la realización del deber y nada más allá de eso. Los resultados, desenlaces y consecuencias no son asunto propio. El derecho del individuo es sólo realizar el trabajo. Uno no tiene derecho al resultado del trabajo, que está más allá del propio control y responsabilidad. Actuar está dentro de la competencia de cada uno, pero los resultados de la acción no lo están. Si una persona se preocupa, es idiota. La ambición no debe ser la causa de la acción o del trabajo, pues a la larga no resulta rentable.
La vida no funciona a base de expectativas. Si uno hace de las expectativas la base de la vida, sufrirá de una crisis nerviosa. La gente no debería vivir a la expectativa de los resultados, pero por supuesto todo el mundo basa su vida en expectativas. Deberían limitarse a la realización del karma. Las personas que alcanzan el pináculo más elevado de la vida espiritual son las que se limitan al cumplimiento del deber, el karma y el dharma.
Nadie debe estar ocioso. Una persona no debe renunciar al karma, ni siquiera un sannyasin, ni un millonario o multimillonario, ni un amo de mil criados, ni un emperador, un rey, presidente o primer ministro. Tampoco hay que convertirse en el agente de las consecuencias del karma. Los que piensan en los resultados y en las consecuencias nunca pueden descansar, pues son lanzados como un volante de bádminton de un extremo a otro. Es el mayor error que puede cometer una persona por falta de comprensión del papel del karma en la vida.
El karma es una expresión de la energía total de una persona. Es una expresión del gran instinto, inteligencia e intuición que uno puede expresar en forma de karma, como ingeniero, pintor, carpintero, tendero, ama de casa, y también como swami. Un obrero puede expresarlo. La gente sufre porque trabaja para un fin. Es cierto que uno tiene un cuerpo físico y por tanto necesita sobrevivir en el reino de la materia, o prakriti, por eso trabaja y recibe una pequeña paga.
Existen muchos métodos para realizar una acción sin desear sus frutos. Mientras se trabaja, no hay que pensar en nada más que en el trabajo mismo y, en lo posible, no en los frutos. Uno debe realizar el trabajo que tiene entre manos lo mejor que pueda; una persona con inclinación a la devoción puede realizarlo como una adoración.
Publicado en Conversaciones sobre la Ciencia del Yoga, Karma Yoga Libro 5