Unidad y armonía
En términos espirituales, el espíritu del yoga es la unidad, y en términos de sentido común, es la armonía. Estamos luchando con nuestros gustos y disgustos, pasiones y deseos. Queremos dar un paso adelante pero siempre terminamos dando dos hacia atrás. Si somos sinceros con nosotros mismos y nos preguntamos qué hemos logrado en el curso de nuestras prácticas de yoga hasta hoy, ¿cuál será nuestra respuesta?
Además de una identidad social externa como la de «OK, estoy iniciado, estoy usando geru, puedo meditar y realizar algunos asanas,» ¿qué más hemos obtenido? ¿Hemos obtenido una sensación de bienestar total, tal vez no al ciento por ciento, pero digamos al diez por ciento? Tengo mis dudas. ¿Podemos controlar nuestra ira cuando explota? No podemos controlar nuestras frustraciones y ansiedad. Nos dejamos llevar por la fuerza de nuestras emociones. Si realmente hubiéramos practicado el yoga, muchas de las situaciones y problemas difíciles en la vida no nos habrían afectado como lo han hecho hasta ahora. Esta mente crítica nuestra, siempre está mirando a otras personas, tratando de averiguar lo que hacen, cómo se comportan, cómo reaccionan. Esperamos que los demás nos den el ciento por ciento, pero ¿les damos el ciento por ciento?
El espíritu del yoga
El espíritu del yoga es el siguiente: el árbol da frutos para otros, no come sus propios frutos. El río fluye para que otros puedan beber de él, el río no bebe su propia agua. Toda la naturaleza indica esta cualidad desinteresada. Somos los símbolos de la naturaleza egoísta. Aquí es donde hay incompatibilidad entre nosotros y la naturaleza, entre nosotros y la Divinidad.
Los santos, maestros y seres iluminados de todas las tradiciones han reconocido que podemos dar un paso más, podemos dar ese paso final. Ese paso final nos lleva a la armonía y la paz y por lo tanto, es hora de que pensemos en lo que realmente deseamos en nuestras vidas. En el lapso de la eternidad, nuestra vida no es ni siquiera un parpadeo. Ochenta o noventa años de vida no son ni siquiera una gota en el océano, pero tenemos la oportunidad de utilizar este tiempo para mejorar nuestra mente, naturaleza y personalidad, y para convertirnos en un mejor ser humano. Ese mejor ser humano es reconocido en diferentes tradiciones como un ser iluminado, como una persona que ha alcanzado el nirvana, la liberación, el moksha, y ha trascendido las limitaciones del yo individual. Este yo individual es la totalidad de la mente.
La totalidad de la mente es el ego, el intelecto. Se ha dicho que inicialmente necesitamos utilizar las facultades de nuestro propio yo, pero eventualmente tienen que ser dejadas atrás. Sri Aurobindo lo ha declarado muchas veces: «Al principio el intelecto era mi amigo, pero ahora el intelecto es una barrera que debe ser superada. Al principio me motivaba a dar unos pasos a causa de mis deseos, pero ahora esos deseos son barreras». Por lo tanto, como aspirante de yoga, como buscador, tienes que reconocer que se te han proporcionado las herramientas para convertirte en otra cosa, y estas herramientas tienen que ser utilizadas para experimentar el estado de armonía y paz.
Rocklyn, Australia, febrero de 1999
Experimentar la unidad y la armonía
http://www.yogamag.net/archives/2000/esep00/exphar.shtml